MINNEAPOLIS -- El serpentinero Francisco Liriano esbozó una enorme sonrisa cuando habló de su actuación en República Dominicana, donde se reencontró con un viejo amigo que había perdido.
En sus primeras temporadas después de la reconstrucción del ligamento cubital con la cirugía Tommy John, el zurdo dominicano de los Mellizos de Minnesota perdió contacto con su silder, uno de los más temidos e imbateables lanzamientos en las Grandes Ligas.
En su cuarto receso de temporada desde la operación, Liriano pudo finalmente recuperar la habilidad y soltarlo con precisión. Por primera vez en mucho tiempo, el impacto estaba en el slider y no en su codo.
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