
LeBron James vuelve por primera vez a Cleveland desde que decidió "mudar sus talentos al Sur de la Florida", y los fanáticos de los Cavaliers tienen este juego circulado en el calendario ya hace varios meses. Aunque pensándolo bien, este partido trasciende el mundo de la NBA. Todavía tengo grabada la imagen de dueños de restaurantes llorando tras la ida de James a Miami. En retrospectiva, las cifras indican que desde su ida el consume gastronómico descendió un 10,2 por ciento. Fanáticos quemando las camisetas con el número 23 en ese entonces, nos hacen preguntarnos a todos cómo será el recibimiento a James este jueves. La respuesta es que será de la manera que se lo imaginan, multiplicado por 100. Cleveland ha sido una ciudad sufrida, deportivamente hablando, a lo largo de toda su historia. Y por eso la partida de James será una cicatriz que estará presente por siempre. Después de todo, fueron golpeados por su hijo nativo, dado que James nació en Akron. Hablando con algunos fanáticos de los Cavs, me decían que no es tanto el hecho que se haya ido lo que les molesta, sino más bien la forma en que lo hizo.Más por Espndeportes
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